viernes, 15 de enero de 2010

Un drama real

Lo peor de todo es que no es una película. Es real, es verdad, está pasando ahora cuando escribo. No es una pesadilla, es un drama de muerte y desolación. Vemos imágenes en la televisión, y desgraciadamente tenemos que creer que son ciertas, porque lo son. No es cine.
Un terremoto mata a miles y miles de personas en Haití. Hace ya unos días que ocurrió, y todavía no sabemos cuantas pérdidas humanas, cuantos desaparecidos, cuantos sin hogar, cuantos sin familia, cuantos...
Y la vida sigue. Y muchos miramos a otro lado, ha sido lejos, no nos a tocado a nosotros. Al fin y al cabo estamos acostumbrados a telediarios que parecen películas de terror. Una desgracia más, pobrecitos.
Y a pesar de que se nos atraganta el almuerzo, viendo imágenes de muertos amontonados enmedio de ruina y gritos de impotencia y dolor, nuestra vida sigue, al ritmo de siempre, el marcado por la sociedad de hoy, el ritmo que nos lleva sin que podamos (o queramos) pararlo.
Ya se que no todos somos insensibles, que rápidamente se ha movilizado todo para enviar ayuda... que existe la solidaridad. Bien.
Pero, lo que yo me pregunto, ¿por qué siempre en estos casos se vuelve a recurrir a la lástima? ¿Por qué de nuevo se trata de sensibilizar al personal para que haga donaciones? ¿Por qué se le pide otra vez la limosna al que quizá no tenga ni para llegar a fin de mes?
Y también me pregunto: ¿donde están los miles de millones de dólares que manejan las grandes instituciones internacionales? ¿dónde los millones de euros de las grandes multinacionales mundiales? ¿Qué hacen las grandes estrellas del espectáculo, del deporte o del cine, con sus grandes fortunas y mansiones?
¿Por qué siempre recurren a los mismos, a la donación euro a euro, cuando cualquiera de los grandes magnates multimillonarios podrían solucionar tanto? ¿Donde está lo que se maneja entre narcotráfico, trata de blancas, prostitución, tráfico de armas, venta de armamento...?
¿Y los grandes gobiernos del mundo, que tanto poder tienen? ¿Qué hacen en estas situaciones?
Mandarán a un político al lugar a que se haga la foto, consolando a los desconsolados... y volverán, como siempre, a apelar a la "solidaridad" de los ciudadanos.
Es un drama real, que incluso vendrá bien para desviar la atención de los problemas domésticos, pero al final, como siempre, la ayuda vendrá de las oenegés y sus voluntarios (qué poco salen en televisión), de los ciudadanos que aportarán su donativo a la cuenta correspondiente, y de la Iglesia (sí, he dicho la Iglesia, ¿pasa algo?).
Y mientras, algunos seguirán arreglando el mundo desde sus despachos lujosos y otros gastando a mansalva sus grandes fortunas en yates, lujos y demás mierda.
Un drama real.

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