sábado, 18 de diciembre de 2010

Esperanza

Se dónde encontrarte. Y hasta te sueño cada día. Y te encuentro en la mirada morena de tu tez marinera, allá junto al rumor a soleá que trajo el río desde la orilla del arte. Porque estás allí, en la belleza de tus ojos y en la pureza de tus manos.
Se dónde encontrarte, porque fui muchas veces en tu búsqueda, allá junto a la vieja muralla, donde tu pena es hermosa y tus lágrimas son luz del que te busca... y siempre siempre te encuentra. Porque estás allí, portadora de la gracia y caricia amable para el que sufre. Porque eres la locura que, sin explicación nunguna, entraste en mi corazón para llenarme para siempre de ti.
Hoy te veo derramada entre todo lo que me rodea. Porque estás en la mirada del que no encuentra trabajo. Y estás en las manos temblorosas del enfermo y del anciano. Y estás en el corazón del que sufre. Y estás en el llanto del que padece. Estás en el alma del que sueña un futuro mejor. Siempre es bendita tu espera, porque esperas derramando Amor.
Gracias por dejar que te encuentre cada día en el camino, a veces desesperado, del futuro. Gracias por no dejarme solo y poder llenarme cada día más de ti.
Gracias por ser la estrella que alumbra mi camino, mi luz y mi Esperanza.

lunes, 13 de diciembre de 2010

La soleá llora por la Alhambra

Y la seguiriya se queja en la amargura. Llanto gitano por el barrio del Albaicín. Lágrimas negras por el Sacromonte. Luto por el niño seise que ya no cantará en la Catedral. En Granada no hay más rey que el príncipe del cante.
Dolor en la Madrid bohemia por Enrique el Granaíno, aquel del pelo rizado que llenaba de quejíos Zambra y el Café de Chinitas.
Llora en el Guadalquivir la sonanta del maestro Sanlúcar, y el lamento de la más negra petenera se pierde en la noche del invierno.
Lloran los "Lagartija" por el rockero flamenco de la chaqueta de cuero.
Se quejan los tientos y los tangos, a descompás, en señal de duelo. Y la bulería es triste. Y la alegría duele.
La granaína se viste de luto y la taranta se pierde por la mina oscura.
La Estrella niña, siempre con ojos brillantes, desprende dolor por su mirada.
Silencio, que calle el fandango. Que grite de queja el martinete. Que rompa el yunque la toná.
Ha muerto Enrique Morente.
La soleá llora por la Alhambra.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Juan Carlos, el rey de un pueblo

Acabo de leer una apasionante biografía sobre uno de los personajes más conocidos (en popularidad) y a la vez más desconocidos (en profundidad) de nuestro país.
Porque todo el mundo sabe que Juan Carlos I de Borbón es el Rey de España. Pero mucha menos gente conoce a fondo la vida y obra del Juan Carlos "persona".
Al margen de las ideas políticas de cada cual, que no es la cuestión, y a pesar de que la palabra "Rey" pueda entrañar muchas significaciones, me alegro enormemente de haber conocido tantos detalles de la vida de Juan Carlos, y poder así valorar a la persona antes que al personaje.
Por su puesto, me quedo con la persona. El esfuerzo que tuvo que hacer, sacrificando parte de su niñez y su adolescencia, alejado de su familia, es admirable. Incluso un sacrificio personal, muy doloroso, que le llevó a enfrentarse a las ideas de su propio padre.
En cuanto a la cuestión "profesional", después de leer el libro no puedo más que admirar la labor realizada, y agradecer a Juan Carlos su importante trabajo en los difíciles años setenta del pasado siglo. Considero su labor, junto a personajes de la política de entonces, como primordial para que a dia de hoy España viva en democracia.
Es curioso, al mirar atrás, cómo este hombre tuvo que "lidiar", siendo todavía un joven treinteañero, con las críticas de los unos y de los otros, y como supo llevar adelante su objetivo (y el de su padre) de "reinar para todos los españoles".
Salvando obstáculos de traiciones, venganzas, intentos de atentados, críticas desproporcionadas e injustas.... es de admirar cómo fue capaz de conseguir la "normalidad" en nuestro país, sobre todo con su actuación más importante en la noche del 23 de febrero de 1981, frustrando el golpe de Estado que hubiera llevado a España no sabemos dónde.
Leyendo el libro, como anécdota personal, he recordado cuando yo era un niño, en los años setenta, cuando en mi pueblo de Valencina residía una Infanta (tía de Juan Carlos). Aunque nunca le llegué a ver, se que Juan Carlos visitaba a su tía en numerosas ocasiones, lo mismo que iba también a ver a otra tía a Villamanrique. Recuerdo a mujeres de mi pueblo comentar que habían visto al Príncipe, que había venido a ver a su tia.
Para quien le interese, el libro se titula "Juan Carlos, el rey de un pueblo", de Paul Preston.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Todavía no es Navidad

Ya están otra vez con la copla de las luces, los adornos, los anuncios, los regalos, las felicitaciones, los arbolitos, los trineos, los villancicos, los "reyesmagos".... y el consumismo.
Estamos a 6 de diciembre, día de la Constitución Española, día grande para España, y ya estoy harto de mensajes publicitarios que dicen que "llegó la Navidad". ¿Qué Navidad, mi arma? ¿Ya, tan pronto?
Que conste que soy un loco de las vísperas, me encanta una víspera. Incluso, a veces, disfruto más una víspera que el día del acontecimiento. Pero... ¿Ya es Navidad?
Hace una semana, todavía era noviembre, me llegó un correo con una "felicitación de navidad". ¡Anda que a este lo va a coger el toro!
Pues no señor, no me lo creo. ¿Es Navidad porque lo dice la televisión? ¿O porque lo dicen los centros comerciales? ¿Es Navidad porque han puesto luces en las grandes ciudades?
Conmigo que no cuenten, que para mí la Navidad no llega hasta que el Niñodiós nace en la Misa del Gallo.... Entonces sí tienen sentido los villancicos, y la alegría de celebrar algo ¡¡ 25 de diciembre, fun fun fun...!!
Al que me mande una felicitación de navidad antes del 24 de diciembre, lo mando a tomar.... (mantecados y aguardiente, para que se harte de cantar villancicos).
Por cierto.... ¿sáben lo que significa la palabra Navidad?