martes, 19 de enero de 2010

Tiempo perdido

Decía la letra del fandango aquello de "porque fue un amigo mío / quien necesitó mi tiempo / y ese no es tiempo perdío...". A veces, cuando estamos "tan agustito", como decía Ortega (Cano, no Y Gasset), ciertamente no nos damos cuenta del paso del tiempo, aunque se pare el reloj en la conversacion, en la copa o en la comida. Se para el reloj pero el tiempo pasa, y pasa para siempre.
Pienso que saber aprovechar el tiempo, sacarle el máximo partido, es una de las claves más importantes para el éxito en cualquier empresa o cometido.
Admiro a quienes hacen mil cosas. No es que tengan más tiempo que nadie, es que saben aprovechar cada minuto, administrar el tiempo. Ganarle tiempo al tiempo, o al reloj.
Igual que intentamos administrar el dinero (repito, lo intentamos), también deberíamos proponernos administrar el tiempo. Lo que pasa es que empezamos a contar con veinticuatro horas al día, le quitamos seis o siete (u ocho) para dormir, luego otras siete u ocho (o más) para el trabajo (el que lo tenga), le quitamos el tiempo para el almuerzo y la cena, luego le descontamos las horas que pasamos en el trayecto de ida y vuelta al trabajo, llevar a los niños a las clases de inglés o a la natación, otra horita y media en el gimnasio o en el carril-bici, otro ratito para el "tuenti" o el "messenger", nos entretenemos con el amigo que hace tiempo que no veíamos.... una copita en la peña, y si hay partido en la tele son dos horas menos.... Creo que ya nos hemos pasado de las horas veinticuatro.
Lógicamente, luego decimos que no leemos porque no tenemos tiempo. Y que apenas vemos a los niños porque no tenemos tiempo. Y de ayudarles a hacer los deberes o jugar con ellos, ni pensarlo. Y que apenas hablamos de nuestras cosas de pareja... porque no hay tiempo.
A lo mejor no es que no tenemos tiempo, sino que lo perdemos sin darnos cuenta en asuntos tontos, o sea tonterías.
¿Y para pensar, tenemos tiempo para pensar? ¿Por qué no pensamos en el tiempo perdido?

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